14 de junio de 2018
El principal inconveniente que hay a la hora de hacer frente a la factura electrónica es que, a pesar de que las empresas saben de la obligatoriedad, muchas de ellas todavía no han interiorizado el cambio.
Cuando hablamos de factura electrónica no hablamos sólo un problema tecnológico y legal; que por norma general es lo primero que se piensa y se prioriza para darle solución. El problema está en que cuando el proyecto está encima de la mesa de los departamentos de contabilidad y facturación de las empresas, es cuando éstas son conscientes de que el cambio es mayor y, normalmente, la solución por la que han optado no cubre ni el 50%. Esto implica una sobrecarga de esfuerzo en los departamentos mencionados, que se suma a las obligaciones inherentes a ellas: cierres, presentación de datos, seguimiento de pagos y cobros, etcétera.
En este sentido, es imprescindible que los departamentos a los que les compete adentrarse a la facturación electrónica comiencen por entender que las soluciones tecnológicas deben adaptarse a todos los procesos de la empresa y también conocer en detalle la transición para cumplir con los procesos sin mayores complicaciones y también con los tiempos legales.
Para evitar cometer errores, lo mejor es apoyarse en el servicio de factura electrónica de un proveedor como SERES, que permite cubrir el 100% de las necesidades de la empresa; permitiendo la interacción eficiente entre empresas no sólo nacionales sino de cualquier parte del mundo, ofreciendo conectividad, transporte, trazabilidad, visibilidad, integración y seguridad, y que actúa, además, como tercero de confianza.
Conozca más información:
- Conozca más de la factura electrónica en Ecuador
- Conozca más de la factura electrónica en España
- Conozca más de la factura electrónica en Colombia
- Conozca más de la factura electrónica en Perú
- Conozca más de la factura electrónica en Argentina
- Conozca más de la factura electrónica en México